Evita costosas cirugías con hábitos saludables y cuidado facial preventivo
Desde que tenemos memoria histórica, las mujeres hemos estado muy interesadas en retrasar y contener el paso del tiempo en nuestra piel especialmente en el rostro y cuello. La búsqueda de la “Eterna Juventud” ha llevado a científicos, químicos, médicos, e incluso charlatanes, a invertir muchas horas de investigación para proponernos métodos, productos, recetas, aparatos y un sinfín de soluciones para mantener esas odiosas arrugas lejos de nuestro rostro.
Es importante recordar que la base de un rostro joven es LA SALUD: promover desde la juventud los hábitos de higiene, limpiando bien la piel con productos suaves, evitando los que sean muy agresivos o irritantes, es especialmente importante desmaquillar por la noche y acostarnos con el rostro limpio y libre de los elementos pesados contenidos en los maquillajes y especialmente en el rímel. Ya con la piel limpia, continuamos tonificándola para estimularla y equilibrar el pH lo que ayudará a que la crema que apliquemos como un tercer paso de nuestra rutina diaria, penetre en una piel preparada para recibirla. Esta crema debe tener las características específicas según el tipo de piel y el grado de humectación y nutrición que requiere ya que muchas veces atendemos a la publicidad que nos muestra productos “milagro” que prometen grandes cambios en poco tiempo pero que pueden ser muy pesados o agresivos incluso para nuestra piel provocando el efecto contrario al deseado. También es básico mantener una alimentación adecuada y respetar los periodos mínimos de sueño.
Ahora bien, volviendo al tema de las cremas, las que nos van a ayudar efectivamente a retrasar los signos de la edad, son las que contengan elementos antioxidantes que combaten a los radicales libres y que a la vez promuevan la producción propia de colágeno y elastina de nuestro organismo en lugar de estar únicamente agregando elementos externos. Los renovadores celulares ayudan a que nuestra piel haga sus funciones para las que ha sido creada, solo le estamos ayudando dándole energía y fortaleza para continuar realizándolas. También debemos buscar que nuestros productos faciales incluyan elementos humectantes más que emolientes, es decir, más refrescantes como el extracto de pepino o manzanilla y menos grasas que pueden tapar los poros de la piel a la larga.
Incluyamos siempre, además de los productos de limpieza de los que hablábamos anteriormente:
- Una crema o suero ligero para el día que pueda absorberse rápidamente, que no deje sensación grasosa y que nos permita maquillarnos rápidamente ya que el ritmo de vida actual así lo requiere.
- Un contorno de ojos que contenga promotores de la circulación sanguínea en el área del párpado para reducir bolsas y obviamente, nutrientes que mantengan esta zona tan delicada con una frescura y elasticidad juvenil.
- Una crema regeneradora nocturna, esta será más rica en nutrientes que la de día ya que durante la noche los músculos faciales se encuentran en reposo y permiten a los nutrientes penetrar y realizar su labor de mejor manera.
- Un suplemento para el área del cuello y el escote, esta zona es muy delicada y su piel requiere de mayores cuidados que el rostro además que NO admite cirugía por lo que es un “revelador de la edad”, no esperemos a que comience a mostrar flacidez o resequedad y arrugas. La prevención es la mejor arma contra el envejecimiento de la piel.
En resumen, es mejor cuidar nuestra piel día a día, utilizar productos lo mas naturales y confiables posibles y atender los primeros signos de resequedad, acudir a un buen SPA o clínica de belleza cada mes o mes y medio a realizarnos limpiezas faciales profesionales y no esperar a que el daño sea muy fuerte y debamos recurrir a medidas extremas como la cirugía o infiltraciones.